Relato María + Explicaciones

A veces me siento tan confusa que tengo que recordarme cuál es mi nombre. ¿De verdad soy la única que se ríe demasiado en un aperitivo? ¿De verdad soy la única a la que un roce le supone un estremecimiento? ¿De verdad soy la única que creo que no debería tener cosquilleos si fuera solo mi amigo? No sé si todo eso se puede llamar amor, esa palabra tan complicada. Pero lo que tenemos Jesús y yo sí que es una amistad infinita. La gente siempre nos acusa de ser novios. Antes les tiraba lo primero que pillaba. Ahora me sonrojo y aparto la mirada. Es normal que se digan esas cosas, yo en su lugar lo pensaría. Sus padres y los míos se llevan fenomenal. La mía es veterinaria y curó a su adorado perro mientras yo intentaba entretener a su hijo de por aquel entonces 7 años. Primero fueron visitas, luego meriendas, juegos, risas. Luego charlas y luego confesiones. Y después música, libros, películas, asignaturas, cine… y ahí empezó todo. Llevamos 8 años sin separarnos. Las parejas con Jesús. Los deberes con Jesús. Los patios con Jesús. Yo dependía de él y él dependía de mí. ¿Para qué íbamos a tener que relacionarnos si nos teníamos el uno al otro? ¿Para qué perder el tiempo juntos con otra gente? Me da tanto pánico perderlo que se me corta la respiración. Sin Jesús dejaría atrás 8 años dedicados a mi mejor amigo. Si se va Jesús, se lleva una parte inmensa de mí. Pero y si le digo lo que me pasa… ¿seguiremos siendo amigos? ¿O me quedaré sola, lamentando las lágrimas que me podía haber ahorrado? Creo que el amor consiste en vivir para y por alguien. ¿Me puedo conformar con su amistad segura y duradera? ¿Estoy completamente segura de que podré aguantar que conozca a otras chicas con lo carismático que es? ¿De verdad que le voy a apoyar en todas sus relaciones? ¿Puedo confiar en que no perderé la cabeza nunca y seré discreta? Lo intentaré. Pero tampoco perderé la esperanza. Le esperaré todo lo que haya que esperarle. Si no me lo pide, no diré nada, pero si me lo pide, lo aceptaré. Sé que el amor es una burbuja y que por mucho que la refuerces es frágil, pero con Jesús resulta inimaginable que pueda romperse. Pero si se rompiese… ¿se rompería también nuestra amistad? No lo sé. De lo único que estoy segura es que no voy a arriesgarme, si él quiere dar el paso, no se lo impediré. Quizás dentro de unos años seamos más maduros y confiemos más en nosotros mismos. Quizá en ese momento algo nuevo florezca. O quizás nunca lo haga. Pero siempre estarán las flores de nuestra amistad.

Es precioso el relato de María en serio FELICIDADES. Y os quería comentar que lo siento muchiiisimo por ir tan mal con las entradas. Como vereis hace poco quité el calendario ya que no tenía tiempo para hacer todo. No espereis mucho de mi hasta el 13 de junio (día en el que seré WILD & FREE). Pues era eso y gracias por los 14 seguidores ;) Ahora que tengo tiempo voy a haceros una reseña y un tag ya que estoy muy atrasada. :D Ciaoo